... HURTFEW ABBEY : Corsarios de Levante

28/9/09

Corsarios de Levante


Más era verdad que allí, en la incierta frontera de aquellas aguas levantinas, la crueldad humana – y nada es más humano que la crueldad- se dilataba en inquietantes posibilidades. Había rencores difíciles de explicar, enquistados en la memoria. Viejos odios, asuntos de familia que aquella luz, sol y aguas azules mantenían calientes. 

Para nosotros los españoles, con una historia reciente de matar moros o matarnos entre nosotros, no era igual degollar ingleses forasteros que vérnoslas con turcos, berberiscos o gente propia de las naciones que orillábamos aquellas aguas. Al capitán Robert Scruton y sus piratas nadie había dado vela en nuestro entierro; aquellos forasteros intrusos estaban de más, y acogotarlos en Lampedusa no había sido más que un trámite, un acto de higiene familiar, un despiojarnos de garrapatas antes de seguir con nuestras verdaderas cuentas pendientes: turcos, españoles, berberiscos, franceses, moriscos, judíos, moros, venecianos, genoveses, florentinos, griegos, dálmatas, albaneses, renegados, corsarios. Vecinos del mismo patio mestizo. Gente de idéntica casta, entre la que no era descabellado compartir un vaso de vino, una carcajada, un insulto rotundo, una broma macabra, antes de crucificarse o intercambiar cabezas a cañonazos con imaginación y saña. Con buen, viejo y sólido odio mediterráneo. Pues nadie se degüella mejor y más a gusto que quien harto se conoce.


"Corsarios de Levante". Arturo Pérez Reverte, 2006

No hay comentarios:

Publicar un comentario