... HURTFEW ABBEY : septiembre 2012

16/9/12

Los mascarones de proa

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¡Mascarones! ¡Viejos mascarones de proa!

Cuando os contemplo, mascarones de proa, carcomidos por el viento y la humedad, pienso en vuestras aventuras atrevidas, en los abismos vislumbrados por vosotros en el fondo del mar, en las nubes de espuma atravesadas, en los escollos sorteados, en los arrecifes peligrosos, en las tempestades y en las tormentas…

¡Mascarones! ¡Viejos mascarones de proa!

Vosotros erais el remate de algo divino, como el barco de vela; vosotros erais su enseña, la ornamentación del bello y gallardo casco, con su erguido bauprés: leones, cabezas de Medusa, sirenas, cuernos de la abundancia, centauros tañedores de liras, Ceres, Pomonas, Neptunos, guerreros, dragones, santos, toros, virtudes, Victorias; antiguos y nuevos parasemos ornamentales…

¡Mascarones! ¡Viejos mascarones de proa!

Vosotros habéis cruzado el mundo de un extremo a otro de los dos hemisferios, bajo la Estrella Polar; bajo la Cruz del Sur,; habéis visto los mares cuando éstos eran todavía vírgenes y encantados; las islas misteriosas, las Hespérides y las Trapobanas, la isla del Fuego y la lejana Thule; habéis llevado los complicados cachivaches de la civilización y la guardarropía de las religiones por los extremos del mundo, por encima y por debajo de la línea ecuatorial; habéis traído y llevado el oriente al occidente y el occidente al oriente, la canela y la batata los géneros del algodón; habéis transportado todas las ideas, todos los mitos, todas las locuras de los hombres…

¡Mascarones!¡Viejos mascarones de proa!

Cuando antes os acercabais al puerto, hendiendo el agua azul, vuestra figura en la proa y la bandera en la popa; cuando vuestra nave empavesada llenaba el aire con sus velas blancas y remataba su silueta con sus gallardetes y sus oriflamas, el hombre de tierra os miraba con admiración y vosotros, Ceres, Pomonas y Neptunos, guerreros, dragones y santos, parecíais genios marinos, misteriosos y tutelares, que observaran de cerca las aguas…

¡Mascarones! ¡Viejos mascarones de proa!

Ahora, al veros con los colores marchitos, Ceres, Pomonas y Victorias; al contemplaros con vuestra nariz carcomida,, vuestras mejillas sin color y las pupilas muertas; al veros arrumbados, ruinosos, viejos parasemos ornamentales; al comprobar que no sois más que troncos de madera podridos, siento la tristeza de la vida pasada, de la muerte de todo lo extraordinario y lo fabuloso…

¡Mascarones! ¡Viejos mascarones de proa!

Pío Baroja "El Laberinto de las Sirenas" 1923