... HURTFEW ABBEY : septiembre 2011

28/9/11

Tótem


El Mogur hizo gestos en el lenguaje oficial sin palabras, pidiendo a los espíritus que se acercaran y observaran a los tres niños cuyos tótems protectores iban a ser revelados. Entonces, metiendo un dedo en la pasta roja, formó una espiral en la cadera del primer niño, una marca parecida a la colita en tirabuzón del cerdo silvestre. Un murmullo bajo y áspero surgió del Clan, mientras todos hacían gestos comentando lo apropiado del tótem.


—Espíritu del Jabalí: el niño Borg queda bajo tu protección.


Iza inclinó la cabeza asintiendo, y el movimiento implicaba la sugestión de que estaba complacida. Era un espíritu fuerte y respetable.


El mago volvió a invocar a los espíritus y metiendo la mano en la canasta roja que sostenía, trazó un círculo completo sobre el brazo de la segunda niña.


—Espíritu de la Lechuza —proclamaron sus ademanes—, la niña Ona está colocada bajo tu protección.


Una vez más hubo una sub-corriente de gruñidos mientras las manos se agitaban comentando el fuerte tótem que protegía a la niña. Asa se sentía feliz. Su hija estaba bien protegida, y además eso quería decir que el hombre con quien se acoplase no podría tener un tótem débil. Sólo esperaba que no le dificultara demasiado el tener hijos.


El grupo se inclinó hacia adelante con interés al ver a Iza tomar a la tercera niña en brazos. Mog-ur se percataba de su atención anhelante y la aprovechaba. Con movimientos lentos y deliberados, estirando el momento para que durara el suspense, tomó un trocito de la pasta roja y aceitosa y pintó una línea directamente sobre uno de los arañazos casi curados que tenía la pequeña en la pierna.


“¿Qué significa eso? ¿Qué tótem es ése?” El Clan expectante estaba intrigado. El hombre santo volvió a meter el dedo en la canasta roja y pintó una segunda línea en el arañazo siguiente. La niña sintió que Iza empezaba a temblar. Nadie más se movía, no se oía respirar a nadie. Con la tercera línea, Brun, con un ceño iracundo, intentó cruzar la mirada con el Mog-ur y detenerle, pero el mago evadió el encuentro. Cuando se trazó la cuarta línea, todo el Clan lo sabía pero no quería creerlo. Mog-ur volvió la cabeza y miró directamente a Brun al hacer el gesto final.


—Espíritu del León Cavernario, la niña Ayla queda bajo tu protección.


"El Clan del Oso Cavernario" Jean M, Auel, 1980